Es un método de acupuntura dérmica con pequeñas agujas intradérmicas permanentes desarrollado en Japón por el profesor Kobei Akabane.
Consiste en insertar unas pequeñas agujas muy cortas y muy finas en la piel (intercutánea, no subcutánea) en puntos especialmente dolorosos llamados en acupuntura puntos Ashi.
Las agujas hinaishin se inmovilizan y quedan bajo la piel realizando su función de movimiento del Qi durante tres días.
La aplicación es indolora y el estímulo es suave y contínuo, al contrario que la acupuntura tradicional que efectúa estimulación intensa durante un periodo corto
de tiempo.
Pequeña aguja intradérmica hinaishin, una vez insertada es inmovilizada entre dos adhesivos.